Santiago.- Yuri Antonia Padilla, la mujer mutilada por su ex pareja sentimental, comienza a recibir a cuenta gotas algunas ayudas en la pesada carga de no poder ahora siquiera trabajar para mantener a sus dos hijos.
Recientemente fue incorporada junto otras 85 madres, niños y niñas al programa de apoyo a víctimas de la violencia de la Fiscalía de Santiago.
La fiscal titular de Santiago, Luisa Liranzo, dijo que asumieron su incorporación como un compromiso con las víctimas e informó que trabajan en la obtención de sus prótesis.
El ministerio público además ha conseguido tutoría para sus hijos, asistencia alimenticia para ella, entre otras diligencias que se han coordinado con el Ministerio de la Mujeres.
Sin embargo, la situación de precariedad en que vive en un pequeño apartamento prestado por un pariente contrasta. Aún sigue sin servicio eléctrico y sin gas licuado de petróleo para cocer sus alimentos, pese a que lleva un tiempo habitando el lugar.
En medio del dolor de perder una mano y parte de los dedos de otra, la mayor preocupación de Yuri Antonia Padilla es la deuda que dejó en los dos colmados de su comunidad natal en Altamira en Puerto Plata.
En una pequeña pulpería debe aproximadamente 2,200 pesos y en un supermercado otros 2,500 como parte de la compra que hacía a sus hijos para leche y pampers.
Otra de sus preocupaciones es el saber de donde aparecerá el dinero para comprar un aparato que permitirá mejorar en el proceso de terapia que inició la pasada semana y que permitirá fortalecerla para poderle colocarles las prótesis.
“Ahora yo lo que quiero es que se haga justicia, que el causante de dejarme así pague, porque yo no sé si es verdad que quedó con traumas como dicen y mucho menos me han hablado de cómo sigue el proceso”, apuntó Padilla al hablar con reporteros de El Caribe.
Dijo que al parecer se trata de una trama de un hermano que decidió traerlo a Santiago.
