Activistas italianos convocaron a un boicot de la conocida marca de pasta Barilla, a raíz de que su presidente dijo que no usaría a homosexuales en su publicidad.
Guido Barilla, presidente de la compañía, declaró a un entrevistador de radio que el concepto de la familia «clásica» es fundamental.
Si a los gays les disgusta el concepto, afirmó, podrían «comer otra marca».
Según el grupo defensor de los derechos de los gays Equality Italia, sus comentarios fueron una «provocación ofensiva».
«Aceptamos la invitación del dueño de Barilla a no comer su pasta», expresó Aurelio Mancuso, al exhortar a un boicot de sus fideos, salsas y bocadillos.
Alessandro Zan, un parlamentario gay italiano, escribió en su cuenta de Twitter: «No se puede jugar con los consumidores, incluidos los gays».
