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Multan minera por derrame en Perú

LIMA, Perú— Las autoridades ambientales impusieron una multa de 77.000 dólares a la empresa Antamina, importante productora de zinc y de cobre en el mundo, por un derrame de concentrados de cobre que afectó a un poblado en el norte del país, informó el martes el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal.

El accidente ocurrió en julio pasado por la rotura de un mineroducto en el distrito de Cajacay, a 220 kilómetros al norte de Lima, y provocó serios malestares a decenas de pobladores, incluidos varios niños.

Pulgar-Vidal dijo que el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) notificó en la víspera a Antamina que ha sido multada con 56 UIT (unidad impositiva tributaria), equivalente a 207.200 soles (77.000 dólares). Antamina es la tercera productora de zinc en el mundo y la octava mayor productora de cobre.

Fue sancionada «por dos motivos: una por la falta de diligencia en el aviso y en el llenado de los formatos sobre el accidente, y la otra porque se han tenido que talar algunos árboles materia de la contaminación producida en el suelo», dijo Pulgar-Vidal en entrevista exclusiva con la AP.

El ministro, que había expresado el año pasado que esperaba que la empresa fuera multada con la máxima sanción para casos de contaminación ambiental, equivalente a 13 millones de dólares, explicó que la aparentemente baja sanción impuesta a Antamina se basó en los estándares vigentes de tipificación de multas en el momento del accidente. «Esa tipificación ya cambió, hoy sería distinto», comentó.

Actualmente, la máxima sanción que puede recaer en una empresa por contaminar el ambiente es de 41 millones de dólares.

Antamina, cuyos socios son las empresas BHP Billiton (Australia), Xstrata (suiza), Teck Cominco (Canadá) y Mitsubishi Corp. (Japón), afirmó en una reciente entrevista con la AP que el material derramado no era tóxico, y que el sangrado de nariz que presentaron decenas de pobladores luego del incidente, eran producto de irritaciones de los conductos nasales.

Pulgar-Vidal manifestó que la empresa tiene dos opciones: pagar la multa o apelarla. En este último caso, el expediente sería visto en segunda instancia por el Tribunal de Fiscalización Ambiental.

«Hay disposición de la empresa (a remediar el daño)… Hay que señalar con absoluta seguridad que la empresa ha estado actuando diligentemente y sigue actuando en el sentido de lograr la rehabilitación total de la zona», declaró.

No obstante, el ministro dijo que podrían haber más sanciones a la empresa luego que la Autoridad Nacional del Agua, y el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería culminen sus propios procesos de investigación de lo ocurrido.

Ana Leyva, asesora de la Red Muqui, una asociación de organizaciones no gubernamentales ambientalistas, comentó que la multa impuesta a Antamina debería haber sido mayor para que tenga un efecto disuasivo.

«El problema en el Perú es que las multas, las sanciones, no han permitido que las conductas se corrijan porque no han sido ejemplarizadoras», dijo Leiva a la AP.

Felipe Lázaro, alcalde de Cajacay, declaró que esperaban que por lo menos se hubiera sancionado a la empresa con un mínimo de 200.000 dólares.

«Setentisiete mil dólares es poquísimo», dijo, además expresó que los pobladores también esperan de Antamina una indemnización.

El alcalde señaló que han sido informados por el Centro Nacional de Salud Ocupacional (Censopas), que practicó exámenes médicos a los pobladores, que 212 presentan contaminación con cobre, y 12 con plomo.

Según las versiones de los lugareños, al ocurrir el accidente, Antamina demoró en cerrar la llave del mineroducto, y pidió ayuda a los pobladores para detener la masa de concentrados de cobre que amenazaba con llegar al río. Los pobladores colaboraron pero ninguno dispuso de equipos de protección para evitar la inhalación o contacto con el material.

Crisencio Cruz, un poblador de Cajacay que presentó malestares tras el derrame, dijo a la AP el martes que se observan los efectos de la contaminación en la zona.

«Las plantas se amarillan, hay mortandad en los animales, no se les ha hecho análisis pero se ha pedido que se tomen muestran biológicas», dijo.

Indicó que los pobladores presentan recurrentes dolores de cabeza, mareos o ardor en la vista. «Eso nos ha afectado a todos», afirmó.

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