Imputada comparece ante el juez que lleva el caso en la ciudad de Almería
La dominicana Ana julia Quezada, quien confesó haber asesinado en España al hijo de ocho años de su marido, relató este miércoles a las autoridades que tras discutir con el menor lo asfixió por rabia.
Desde su detención, la indignación popular se ha desbordado y varias veces la multitud ha intentado linchar a Ana Julia.
Este miércoles, mientras Ana Julia Quezada comparecía ante el juez que lleva el caso en la ciudad de Almería, decenas de personas se concentraron a las afueras del juzgado, pidiendo a gritos que se la entregaran.
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La multitud indignada se enteró hoy de los detalles del crimen que Ana Julia relató a la Guardia Civil, a quienes contó que discutió con el niño Gabriel Cruz porque el menor estaba jugando con un hacha y cuando lo regañó, él le echó en cara que ella no era su madre.
La mujer cuenta que se molestó y peleó con el niño, de sólo ocho años de edad, para quitarle el hacha y en medio de la discusión le tapó la boca y por la rabia, lo asfixió.
Su abogada, Beatriz Gámez, no niega ni confirma que esa sea la versión de la dominicana, aunque afirma que está arrepentida de lo que hizo.
Pero la indignación popular por el crimen de Ana Julia y el cinismo con que mintió a la prensa desde el pasado 27 de febrero hasta su detención el fin de semana, no es nueva.
El mismo día de su detención ya hubo escaramuzas y forcejeos con la policía, que la protegía durante el traslado para evitar que fuese linchada por la enardecida multitud.
El homicidio del niño Gabriel Cruz ha movilizado a la sociedad española de tal modo, que los partidos derechistas PP y Ciudadanos presentaron una moción ante el Congreso español para endurecer las penas de cárcel, tema que será debatido este jueves.
