Los últimos hechos de sangre acontecidos en instituciones públicas no deben quedar impunes
Santo Domingo RD.- Miembros de la sociedad civil expresan que los últimos hechos de sangre acontecidos en instituciones públicas no deben quedar impunes y que se debe establecer mayor control desde el Estado.
Uno de los casos más reciente sucedió el 25 de septiembre del año 2015, cuando el arquitecto David Rodríguez García se suicidó en un baño de la Oficina de Ingenieros Supervisores del Estado, agobiado por las deudas, y víctima de extorsión de parte de dos ingenieros de esta institución.
Rodríguez García, ganó un concurso para la construcción de una escuela en Monte Plata, por unos 21 millones de pesos, pero según dejó constar en dos notas, era extorsionado por Joel Soriano y Alejandro de los Santos.
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El Coordinador de la Alianza Dominicana Contra la Corrupción ADDOCCO, Julio Cesar de la Rosa, expresa que la Contraloría General de la República y la Cámara de Cuentas deben jugar su rol.
Sin embargo, señala que desde el Estado da respuesta ante estos casos.
Una tragedia similar llego hasta San Pedro de Macorís, el 14 de Febrero del presente año, cuando fueron asesinados a tiros los locutores Leonardo Martínez y Luis Manuel Medina, en la cabina donde transmitían un programa de radio en vivo.
El agresor José Rodríguez, un día después del hecho, se suicidó y, de acuerdo con las investigaciones que aún están en curso, esto involucra las ventas irregulares de terrenos del Consejo Estatal del Azúcar en esa provincia, donde el homicida-suicida había comprado 75 tareas en el distrito catastral de Pedro Santana.
Tras el hecho fue designada una comisión evaluadora de los terrenos del Consejo Estatal del Azúcar y su director José Joaquín Domínguez Peña, fue destituido.
El caso más reciente que involucra la muerte de un profesional es el asesinato de Yuniol Ramírez, quien fue encontrado muerto, encadenado y atado a dos blocks en un rio en Manoguayabo, según las investigaciones preliminares de la Procuraduría, el fenecido supuestamente extorsionaba al recién destituido director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses, Manuel Rivas, quien se encuentra detenido junto a varias personas por el caso.
Estos casos han dejado un lastro de sangre en estas instituciones gubernamentales y múltiples preguntas en la sociedad dominicana.
