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Divididos y alarmados, republicanos esperan discurso de Trump de esta noche

Cuando se le preguntó si los republicanos estaban cerca de un consenso en torno a los aspectos generales de la legislación, Meadows respondió: «Creo que falta mucho para eso».

 

WASHINGTON  — Divididos y alarmados por lo que escuchan, los legisladores republicanos esperan que el presidente Donald Trump marque pautas claras en torno a temas clave como el plan de salud al pronunciar el martes por la noche su primer discurso ante el Congreso.

La presentación de Trump se produce a un mes de su asunción y en momentos en que los republicanos se están dando cuenta de do lo complejo que será cumplir muchas de las promesas que hicieron ahora que controlan el gobierno y el Congreso.

La vieja promesa de anular el plan de salud del ex presidente Barack Obama y reemplazarlo con otro ha tropezado con muchas dificultades incluso antes de se haga una propuesta formal. Después de una semana de agitadas asambleas vecinales, los republicanos regresan a Washington y varios elementos conservadores están criticando lo que parecen ser los planes de la conducción de la cámara baja, según una filtración, en medio de versiones de que la iniciativa costará mucho más de lo que se pensaba y cubrirá a menos gente que el plan de Obama.

«Esa propuesta no funciona», afirmó al representante republicano Mark Meadows, líder del House Freedom Caucus, un bloque conservador, aludiendo a un aspecto central de la propuesta, la de conceder créditos impositivos sin importar los ingresos.

Cuando se le preguntó si los republicanos estaban cerca de un consenso en torno a los aspectos generales de la legislación, Meadows respondió: «Creo que falta mucho para eso».

Otro conservador influyente, el representante Mark Walker, que dirige el Comité de Estudios Republicanos, difundió un comunicado en el que dijo que «hay problemas graves con lo que parece ser nuestra propuesta para anular y reemplazar el Obamacare», como se conoce al plan de salud de Obama.

Tres senadores republicanos –Mike Lee, Rand Paul y Ted Cruz–, por su parte, expresaron su oposición, diciendo que están en contra de una «versión ligera de Obamacare» y no aceptarán «nada que no sea una anulación total de Obamacare».

El presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan restó importancia a las divisiones, insistiendo el martes en una entrevista en que el Congreso se encamina a aprobar un plan más barato y de mejor calidad. Sostuvo que no es necesario que Trump ofrezca todos los detalles específicos.

«Lo veo más como un presidente, un conductor general, como lo han sido tantos presidentes exitosos, que se rodea de gente entendida que se ocupa de los detalles», declaró Ryan el martes al programa «Today» de NBC.

Varios republicanos de la cámara baja, no obstante, han dicho que quieren que Trump fije un rumbo claro o, mejor todavía, apruebe el plan de ese órgano, cuando habla ante el Congreso por la noche. Los republicanos no tienen muchas pistas acerca de lo que piensa decir Trump, quien el lunes declaró que «nadie sabía que el plan de salud era tan complicado».

«Lo que puede decir el presidente es que el plan que se presenta ante la conferencia es el plan que hay que aprobar», opinó el representante republicano Bill Flores. «Eso sí que puede ayudar».

El plan de salud no es el único tema que divide a los republicanos. Hay diferencias en torno a las propuestas sobre un código impositivo y la promesa de Trump de aumentar los gastos en la infraestructura preocupa a los sectores que no quieren aumentar el déficit fiscal. Faltan solo dos meses para que se cumpla el plazo para presentar un presupuesto que permita al gobierno seguir funcionando y algunos legisladores importantes expresan dudas sobre las propuestas generales que circularon el lunes. Ese presupuesto contempla un aumento de 54.000 millones de dólares en gastos militares y una reducción de costos en programas domésticos y ayuda extranjera.

El representante republicano Mike Simpson, de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias, dijo que en su estado actual, ese presupuesto no sería aprobado por la cámara baja.

«No, no. Hay muchos miembros que están muy interesados en muchos de estos programas», declaró Simpson. «Los gastos militares no son lo único que importa».

Para los sectores duros que quieren reforzar los gastos militares, la propuesta de Trump se queda corta. El senador John McCain dijo que la iniciativa representa un pequeño aumento en relación con las propuestas de Obama.

El presupuesto de Trump, por otro lado, no tocaría los programas del Seguro Social y Medicare y tampoco reducirían el enorme déficit fiscal. Eso va en contra de lo que predican Ryan y otros líderes republicanos que impulsan desde hace tiempo una reducción de los programas sociales y del déficit.

Varios dirigentes republicanos dicen que Trump no puede hacer las cosas que quiere hacer sin recortar los beneficios del Seguro Social y el Medicare, algo que se comprometió a no hacer.

«Si quieres equilibrar el presupuesto y aumentar los gastos militares, en algún momento tendrás que reducir los programas sociales», dijo Simpson. «Solo hay que hacer las cuentas. No hace falta ser un genio para darse cuenta de esto».

 

Más contenido por Rosa Reyes

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