Pensándolo bién

¡Y ganó Trump!

¡Y ganó Trump!
¡Y ganó Trump!

Todavía no salgo de mi asombro, realmente nunca imaginé que Donald Trump llegara a la Casa Blanca, no solo por lo que decían las encuestas, que le daban muy pocos puntos de desventaja, sino porque me parecía, y me sigue pareciendo, algo totalmente descabellado que alguien sin “una gota” de conocimiento sobre política o  relaciones internacionales dirigiera el país más poderoso del mundo.

Pero ya eso es historia, Donald Trump será el próximo inquilino de la Casa Blanca, el presidente número 45 de los Estados Unidos.

¿Que le falló a Hillary Clinton?

Hay quienes aseguran que la principal razón que explica la victoria de Trump tiene nombre y apellido: Hillary Clinton.

La exsecretaria de Estado y exprimera dama genera un rechazo muy grande, sin precedentes en la política estadounidense, no sólo entre republicanos, sino también entre algunos demócratas y simpatizantes de otros partidos.

Clinton genera mucha desconfianza, la acusan de no ser transparente y, por supuesto, cuestionan su manera de manejar la Secretaría de Estado y la Fundación Clinton.

Claro está que los errores de las encuestas también cuentan, pues aunque con márgenes variables, más amplios o estrechos, la mayoría atribuía una ventaja a la candidata demócrata.

Los latinos, que fueron duramente criticados por el magnate republicano, se veían como los que iban a adjudicar la victoria a Clinton. Lo cierto es que el apoyo latino fue menor de lo esperado.

Mientras que la comunidad afroamericana, que tuvo una importante participación en las elecciones de los años 2008 y 2012, no se sintió representada y no salió a votar en las proporciones esperadas.

Un grupo importante para Hillary Clinton, las  mujeres blancas con título universitario, no votó en cifras capaces de compensar el apoyo de los hombres blancos de clase trabajadora a Trump.

El electo presidente centró sus esfuerzos en arrebatar cuatro estados azules fundamentales para el demócrata, Michigan, Ohio, Wisconsin y Pensilvania (este último no lo perdían los demócratas desde 1988). Estos estados aunque han sido tradicionalmente demócratas, desde 2010 han elegido gobernadores republicanos, salvo el caso de Pensilvania que en estos momentos tiene uno demócrata.

Bernie Sanders, su rival interno en la campaña de su partido, fue otro factor importante, pues aunque el senador le dio todo su apoyo a Clinton, una gran parte de los seguidores de Sanders le dió la espalda a la demócrata.

En fin, muchos factores incidieron en la derrota de Hillary Clinton, la mayoría en mi modesta opinión, evitables.

Nos queda esperar que el electo presidente mantenga la actitud mostrada ayer en su discurso de aceptación de la presidencia, donde llamó a trabajar en unidad y para “todos” los estadounidenses.

Al final…solo nos queda esperar y rezar…

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