Santiago de Cuba – El poderoso huracán Matthew dejó Haití y ahora enfiló su rabia hacia las costas cubanas, donde las condiciones climáticas han comenzado a deteriorarse severamente conforme pasan las horas, desde que poco después del mediodía la presencia del fenómeno climático comenzara a sentirse con mayor autoridad en el oriente del país.
El más reciente reporte del Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) señala que “en las próximas 12 a 24 horas el huracán Matthew mantendrá similar rumbo y velocidad de traslación, con fluctuaciones en su intensidad, aunque se mantendrá como un intenso huracán, para penetrar en territorio cubano por un punto situado entre la bahía de Guantánamo y Cajo Babo, provincia de Guantánamo entre las 6:00 p.m. y las 8:00 p.m., y saldrá al mar entre Banes y Moa cercano a la medianoche”.
El organismo sostuvo que pasado el mediodía de hoy Matthew mantenía un rumbo próximo al norte, con una velocidad de traslación que ha aumentado a 10 millas por hora con vientos de 145 millas por hora.
Los vientos huracanados de mayor fuerza se sentirán en una línea que van desde las provincias de Holguín y Santiago, por el oeste, hasta la punta este de la isla en la provincia de Guantánamo.
El Ismet indicó que los vientos de tormenta tropical se extenderán hasta la zona central de la isla.
“Las provincias desde Camagüey hasta Guantánamo deben mantenerse muy alertas a la evolución y futura trayectoria del intenso huracán Matthew que representa un peligro inminente para la región oriental de Cuba. Debido a la extensa área de nublados, lluvias y el campo de vientos con fuerza de tormenta tropical que acompaña a este huracán, las provincias de la región central deben prestar igualmente atención a este organismo ciclónico tropical”, dijo el Ismet.
Poco después del mediodía los vientos con fuerza tropical se comenzaron a sentir en las provincias del sureste del país. También hizo acto de presencia una lluvia ligera, pero persistente.
Conforme van pasando las horas, los vientos y las lluvias se sienten con mayor fuerza. Las calles de Santiago amanecieron desiertas y así se han mantenido durante todo el día, con muy poco movimiento de personas vinculadas, sobretodo, a seguridad o medidas de abastecimiento.
“Ya esto está soplando, a ver que trae caballero. Yo espero que esto se quede liguerito”, dijo a El Nuevo Día el cuidador de carros Yoelvis Rivera, quien ya planeaba dejar su trabajo y buscar resguardo en la zona.
Lo mismo pasa en otras áreas orientales de la isla sobretodo en Guantánamo.
La televisión cubana indicó que más de un millar de turistas fueron reubicados en hoteles de los cayos, en la provincia central de Ciego de Ávila.
Las minas de níquel en la zona de Moa, al noreste del país, cerraron también sus operaciones como medida de prevención, tal como hicieron las restantes entidades públicas y mixtas en el oriente del país.
En la capital, La Habana, y las provincias más occidentales, el día ha marchado con relativa normalidad.
En la zona oriental hay servicios de telefonía, energía eléctrica, agua e internet (en los hoteles) en la mayoría de los centros urbanos, pero se espera sean suspendidos tan pronto el centro del huracán se adentre más en tierra.
Brigadas de empleados de las empresas estatales, que dan los servicios básicos, han sido apostadas en las diversas provincias orientales para procurar un rápido servicio tan pronto pase la emergencia.
La zona de Baracoa, primer enclave residencial creado en Cuba, reporta ya condiciones seriamente deterioradas, con vientos fuertes, lluvia intensa y marejadas.
Tomado del El Nuevo Día
