Resto del Mundo

Papa defiende el derecho del pueblo armenio a defender su memoria

Papa defiende el derecho del pueblo armenio a defender su memoria

El papa Francisco defendió este sábado el derecho del pueblo armenio a defender y perpetuar la memoria, sin «diluir» el pasado doloroso, en una multitudinaria misa en Gyumri, segunda ciudad de Armenia, y en el Memorial del Genocidio en Ereván.

Hay otra «memoria que se ha de custodiar: la memoria del pueblo». «Los pueblos, en efecto, tienen una memoria, como las personas. Y la memoria de vuestro pueblo es muy antigua y valiosa», dijo el pontífice dirigiéndose a los fieles armenios.

«Incluso en medio de tremendas dificultades, podríamos decir con el Evangelio de hoy que el Señor ha visitado a su pueblo», dijo el papa.

Se «ha acordado de vuestra fidelidad al Evangelio, de las primicias de vuestra fe, de todos los que han dado testimonio, aun a costa de la sangre», agregó el papa Francisco ante 20.000 personas, principalmente católicas reunidas en Gyumri, a 10 km de la frontera con Turquía.

En la víspera, el papa había evocado «el genocidio» de los armenios durante el Imperio Otomano a principios del siglo XX, en una frase que probablemente cause la ira de Turquía.

Antes de la misa, en el libro de oro del Memorial del Genocidio de Tzitzernakaberd, en Ereván, Francisco había escrito sobre la «memoria» que no debe ser «diluida ni olvidada».

«Que Dios custodie la memoria del pueblo armenio. La memoria no debe ser diluida ni olvidada; la memoria es fuente de paz y de futuro», escribió el papa Francisco en el libro de oro en el Museo del Memorial.

«Aquí rezo, con dolor en el corazón, para que nunca más haya tragedias como ésta, para que la humanidad no olvide y sepa vencer con bien el mal; [para que] Dios conceda al amado pueblo armenio y al mundo entero paz y consuelo», insistió en el mensaje escrito.

Durante la misa, Francisco exhortó a los armenios a continuar su «gran historia de evangelización» que «es también tiempo de misericordia».

«Estamos llamados ante todo a construir y reconstruir, sin desfallecer, caminos de comunión, a construir puentes de unión y superar las barreras que separan», dijo el papa.

– ‘Debieron soportar un gran combate’ –

Por la mañana, el papa Francisco se inclinó ante la llama eterna del Memorial del Genocidio en presencia del presidente armenio Serge Sarkisian.

El papa depositó una corona de flores ante el mausoleo y luego bajó unos escalones hasta llegar a un patio circular rodeado de 12 estelas que representan las doce provincias donde bajo el Imperio Otomano los armenios fueron masacrados.

Con una estola roja en los hombros, en medio de los obispos de la iglesia apostólica armenia vestidos con sotanas y capuchas negras, el papa escuchó muy concentrado un coro de mujeres y luego un grupo de flautistas.

Tras escucharse el canto religioso armenio «Hrashapar» («Milagroso»), un obispo leyó la epístola «Debieron soportar un gran combate» y el papa pronunció una oración.

Luego Francisco se desplazó en automóvil a los jardines y regó un árbol en señal de paz y renacimiento.

A lo lejos se veía la cima nevada del monte Ararat, lugar simbólico de la cultura cristiana armenia, donde, según la leyenda, se posó el Arca de Noé.

El monte Ararat está en territorio de Turquía.

El viernes, en el primer día de visita, el papa optó por la franqueza en vez de la prudencia y denunció el «genocidio» de los armenios.

«El Gran Mal», como lo llaman los armenios, habría provocado la muerte de 1,5 de personas, según Armenia.

Turquía denuncia la exageración de esa cifra y no acepta la acusación de genocidio, prefiriendo hablar de guerra civil mortífera entre turcos y armenios.

El papa Francisco tuvo un encuentro con una decena de descendientes de sobrevivientes del genocidio que habían sido acogidos por el papa Benedicto XV en el palacio pontifical de Castel Gandolfo, cerca de Roma, durante la primera guerra mundial.

Más noticias