Si bien aún no se ha divorciado de su marido Nick Cannon, la cantante Mariah Carey parece avanzar a todo vapor con los planes de su próxima boda con el millonario James Packer.
Según dijo una fuente a PageSix, la diva quiere una boda «privada» y «grandiosa» que posiblemente se llevaría a cabo en el magnífico yate de su prometido en las aguas cristalinas de Tahití.
«No será una boda grande, pero será grandiosa..lo que más me emociona es lo grandioso, darling», dijo la diva esta semana, sin dar más detalles.
Packer y Carey se comprometieron en enero de este año con un espectacular anillo del diseñador de origen puertorriqueño Wilfredo Rosado que se valora en $7 millones.
Esta sería la tercera vez que ambos van al altar, aunque ni Carey ni Packer han fnalizado sus respectivos divorcios.
Si bien tienen un anillo de 35 kilates que se debe ver desde el espacio, hay un gran obstáculo que impide a Mariah Carey y su prometido, el multimillonario australiano James Packer, celebrar su anhelada boda. La razón es simple: ambos están aún casados.
Según el portal de TMZ, la cantante no ha finalizado su divorcio de su ex y padre de sus mellizos, Nick Cannon, con quien le falta llegar a un acuerdo en ciertos aspectos financieros de su separación. Lo más probable es que acaben superando las diferencias, luego de que la relación entre ambos haya mejorado, pero el hecho es que siguen oficialmente casados.
Lo mismo le sucede al empresario, que pese a llevar casi 3 años separado de su anterior media naranja, la actriz Erica Packer, no ha conseguido finalizar su divorcio por la supuesta lentitud de la legislación australiana, según TMZ.
