Noticias

En Uruguay lanzan calendarios y despiden el 2015 con una guerra de sidra

Los montevideanos comenzaron hoy los festejos de fin de año bajo un sol radiante de verano, un clima propicio para el tradicional festejo en el que se reúnen para una ‘guerra’ de sidra cerca del puerto de la ciudad tras hacer confeti los calendarios viejos y tirarlos desde sus oficinas.

El Mercado del Puerto, uno de los iconos turísticos de Montevideo, es el epicentro del festejo, que desde el mediodía del 31 de diciembre hasta entrada la tarde reúne a miles de personas que sacuden botellas de sidra y se lanzan entre ellos los chorros espumosos de esta bebida, muy popular en Uruguay durante las fiestas navideñas.

Esta es la primera ocasión para algunos en el acontecimiento, como para Federico, un joven de 25 años de Montevideo, que, ‘armado’ con tres litros de sidra, dijo estar dispuesto a “dejarlo todo” en esta batalla, en la que no hay clemencia para ninguno de los combatientes.

Una vez apagado el jolgorio del mercado, Federico manifestó que iría a los bares cercanos que organizan bailes -llevó una muda de ropa-, para luego pasar la cena de Nochevieja con su familia y cerrar la larga jornada festejando de nuevo en la madrugada.

“Ya va a haber tiempo para descansar y dormir mañana”, expresó el joven.

Pero la lluvia de sidra también congrega a turistas que eligieron Montevideo para despedir el 2015 y darle la bienvenida al año que vendrá.

Es el caso de Louis y Mike, dos jóvenes oriundos del Reino Unido que aseguraron estar fascinados con la lluvia de sidra.

“No estábamos esperando esto. ¡Es de locos! ¡Nos encanta! Esperábamos que Uruguay fuera mucho más tranquilo, no pensábamos que iba a ser tan animado y lleno de música”, comentó Louis, antes de ponerse en marcha para comprar más botellas para lanzar a la multitud.

Para Mike, un festejo así, que calificó como “bastante único”, no existe en Reino Unido.

“Hay fiestas, pero ninguna en la que llueva tanta sidra”, consideró el joven.

También, Isabel, una alemana de origen uruguayo, dijo que la fiesta del Mercado del Puerto es “mejor” de lo que esperaba.

“¡Están todos de buen humor! Es divertido, no hay nadie que haga cosas malas, sino que realmente es festejar el fin de año”, dijo la chica, que, empapada de “sidra, medio y medio (vino espumante), un poco de agua y cerveza”, confesó haber lanzado “como tres litros de sidra” y haber tomado “como otros tres más”.

Asimismo, a la mañana, caminar seco por las calles de la Ciudad Vieja, el distrito financiero y administrativo de la ciudad, era un desafío para los transeúntes, que podían ser blanco de los cubos y los globos de agua que a varios pisos de distancia lanzaban los oficinistas desde sus ventanas para ‘regar’ el último día del año.

Como marca la costumbre en esta fecha, también rasgaron sus calendarios en pequeños trozos que luego tiraron al aire desde las ventanas de sus lugares de trabajo y que, a falta de nieve y al calor del verano austral, cubrieron de blanco el gris de las calles del barrio.

Más noticias