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Estado Islámico lapida a un hombre por tener una relación extramatrimonial

La secuencia muestra a un joven de rodillas en Alepo. Rodeado de un público enardecido que espera para apedrearlo, un verdugo del Estado islámico, lee la sentencia. Inmediatamente después, decenas de hombres y adolescentes se lanzan a la tarea: lapidarlo.

Finalmente, ensangrentado, una fotografía muestra su destino final. Según los reportes locales, el joven está siendo castigado por tener una relación extramatrimonial.

El joven sirio mientras era lapidado en Alepo

La sentencia por infiel parece una burla si se tiene en cuenta que el Estado Islámico viola y esclaviza a las mujeres como arma de guerra, sin embargo, la estricta interpretación de la ley islámica hace que las mujeres de otras religiones sí sean víctimas de todo tipo de atrocidades.

En la zona de la ciudad siria de Aleppo, donde se produjo esta última lapidación, cada delito tiene establecida su correspondiente pena en una lista que fue publicada por el diario británico Daily Mail.

El documento fue difundido por ISIS en su bastión en Siria. Los yihadistas afirman que la lista con los «castigos religiosos» funciona como una «advertencia y elemento disuasivo para los incrédulos, los no creyentes y los infieles«. Aseguran que está basada en la sharia (ley islámica).

Este es el listado de crímenes y castigos:

Blasfemia contra Dios, su mensajero o contra el Islam: muerte

Adulterio: si la pareja que comete adulterio tiene relaciones sexuales, ambos serán lapidados hasta la muerte. Si, en cambio, no tienen contacto sexual, recibirán 100 azotes y el «destierro» de la comunidad.

Homosexualidad: «muerte para el penetrador y el receptor»

Robo: amputación de sus manos

Beber alcohol: 80 azotes

Calumnias: 80 azotes

Espionaje para «los infieles»: muerte sumaria

Abandono del islam: muerte

Estafa: a los que matan y roban el dinero de esa persona, muerte y crucifixión; si matan, serán castigados con la muerte; si le sacan el dinero, le cortarán la mano derecha y el pie izquierdo; por atemorizar a la gente, «destierro».

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