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Argentina: Las antiprincesas son las nuevas protagonistas de los cuentos infantiles

Cansados de los clásicos cuentos infantiles en los que la protagonista es una princesa bella que debe ser rescatada, dos editoriales en Argentina lanzaron una propuesta que consideran revolucionaria: la colección de antiprincesas.

«Queríamos romper con el estereotipo de la mujer cuya belleza está basada en su aspecto externo y mostrar ejemplos de mujeres que tienen belleza interior», le explicó a BBC Mundo Nadia Fink, la autora de los libros.

Libertad, creatividad, la búsqueda de justicia, de amor… estas son algunas de las características de las antiprincesas de esta colección.

A diferencia de las clásicas historias infantiles, que son ficción, estas antiprincesas no son de fantasía. Son algunas de las mujeres más destacadas de la cultura y la historia latinoamericana.

La colección fue inaugurada en junio pasado con un libro sobre la pintora mexicana Frida Kahlo, una figura que no se suele asociar con lo infantil.

La segunda antiprincesa de la serie fue Violeta Parra, la cantautora y artista chilena que fue una de las folcloristas más importantes de América Latina.

Y las editoriales (Sudestada y Chirimbote) trabajan en el tercer cuento de la colección, que será sobre Juana Azurduy, la heroína boliviana de las luchas de independencia.

«Queríamos mostrar ejemplos de mujeres que no se quedaron estáticas esperando que un príncipe las salve, sino que cambiaron sus propias vidas», contó Fink.

Luchadoras

La idea de la colección surgió en el seno de la redacción de Sudestada, una prestigiosa revista política y cultural en la que trabaja Fink.

«Había investigado las vidas de Frida y Violeta para la revista, y me preguntaba cómo podíamos hacer para contar sus historias a los niños», recordó.

Así, en combinación con Chirimbote, una nueva editorial infantil, decidieron lanzar esta colección que busca cambiar los paradigmas: «Que las chicas tengan otro tipo de modelo en el que verse reflejadas».

Uno de los desafíos fue cómo contar las historias de estas mujeres, que fueron bastante sufridas y tuvieron finales trágicos.

Las dos vivieron tumultuosas historias de amor, ambas trataron de quitarse la vida (Violeta se suicidó y Frida hizo varios intentos), y las dos murieron antes de llegar a los 50 años.

Los libros evitan el dramatismo, aunque no esconden algunos de los hechos más polémicos de las vidas de estas artistas.

Por ejemplo, el cuento sobre Frida afirma que ella y Diego Rivera «tuvieron otros amores, aun estando juntos».

Y habla sobre la bisexualidad de la mexicana: «Para Frida el amor se reflejaba en hombres y en mujeres», señala.

En el caso de Violeta, cuenta que su primer marido, Luis, «quería una esposa que se quedara en su casa» y por eso abandonó a la cantante, que era famosamente nómada.

Nada más alejado de los típicos cuentos en los que un príncipe jamás abandonaría a la heroína y esta nunca osaría dejar el castillo para ir cantando por todo el país.

Anti-Disney, anti-Barbie

Fink admite que la intención de esta nueva colección fue hacerle frente a los modelos clásicos que admiran las niñas: Barbie y las princesas de Disney.

Por eso, los cuentos aportan una refrescante aunque inusual cuota de realismo.

El libro sobre Violeta Parra relata en un momento que la cantante necesitaba ropa linda para poder actuar en público.

«A Violeta no se le apareció ninguna hada madrina para regalarle un supervestido», aclara la historia, que cuenta en vez cómo su madre solucionó el problema transformando una cortina en una falda.

Lo que más distingue a los libros de antiprincesas es que se enfocan no en la vida romántica o sentimental de las protagonistas sino en su obra.

El cuento sobre Frida muestra algunos de sus cuadros más famosos y explica su origen.

El de Violeta relata cómo viajó recolectando el arte popular perdido de Chile y la región, y cómo les dio nueva vida.

Ambos libros incluyen al final una serie de actividades que invitan a los chicos a hacer arte, inspirados en el trabajo de esas dos heroínas.

Pero aunque la idea sea mostrar algo distinto, la pregunta es si los niños estarán interesados.

Damián y Martín, dos amigos de treinta y tantos con hijos chicos, le dijeron a BBC Mundo que estarían encantados de que sus hijos conocieran otras historias más allá de las princesas y los superhéroes.

«A mí me encantaría que mi hija viera otra cosa, otros modelos de vida, pero tiene ocho años y tiene locura por las princesas de Disney, es difícil que vea otra cosa», admitió.

Según Martín, que tiene un varón de cuatro, parte del problema es que «las princesas y los superhéroes están en todos lados, en el cine, en los dibujitos en la tele, te venden las figuritas, los muñecos, los chicos están rodeados y es lo que quieren ver y leer».

Sin embargo, todos los adultos consultados para esta nota apoyaron la idea de las antiprincesas.

«A mí me hubiera gustado conocer estas historias cuando era niña», admitió Agostina, una abogada de 26 años a quien BBC Mundo encontró sentada cerca de unas hamacas en una plaza de Buenos Aires.

«Está bueno porque no todas las niñas tienen el aspecto de princesitas. Algunas lo tienen pero otras no, y se sienten excluidas», opinó.

«Las que quieren ser princesas tienen esa opción pero también hay otras opciones y está bueno», concluyó.

Teresa, una contadora pública de 71 años, con hijos grandes, coincidió e incluso sugirió que los próximos cuentos de la colección podrían incluir a «las heroínas anónimas de nuestra sociedad, como las enfermeras».

Fink admitió que aún no tienen claro quiénes serán las próximas antiprincesas.

Algunas de las mujeres consideradas, como las poetisas argentinas Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik, tuvieron vidas «demasiado trágicas» como para contar a un público infantil.

Pero aunque aún no se sepa quiénes son, lo que es seguro es que las nuevas antiprincesas serán «mujeres antisistema que sufrieron mucho por romper con los moldes de la sociedad».

En ese sentido, Fink consideró que es bueno mostrarles a los niños que «la vida también es eso», que hay dolor, que no todo es color de rosa.

«Los cuentos clásicos transmiten que la quietud te preserva de las situaciones difíciles. Nuestras antiprincesas enseñan a romper los estereotipos y a trascender lo impuesto».

 

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