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Panameños se debaten entre aceptación o no del perdón de Noriega

Panamá.- Aquejados por un tsunami de corrupción, los panameños se debaten hoy entre la aceptación o no del perdón del exgeneral Manuel Antonio Noriega y el desconocimiento por jóvenes de lo ocurrido durante su gobierno (1983-1989).

Y es que tras 26 años de silencio, el llamado hombre fuerte de Panamá decidió hablar ayer ante las cámaras de televisión para pedir perdón y cerrar «el ciclo de la era militar, como el último general de ese grupo», una decisión que tomó por sorpresa a muchos.

El hecho, calificado de simbólico e histórico, intenta dejar a un lado los odios y rencores que durante todos estos años lo acompañaron en cárceles de Estados Unidos, Francia y su natal Panamá.

» Pido perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones o la de mis superiores en el cumplimiento de órdenes, o la de mis subalternos en ese mismo estatus, y en el tiempo de la responsabilidad de mi gobierno civil y militar», reiteró Noriega.

Sin embargo, para el miembro de la cruzada civilista de entonces Aurelio Barría este episodio no puede ser un paréntesis que nos haga olvidar las realidades que vivimos a diario en el país, sino una lección que deben aprender todos los que creen estar por encima de la ley.

Siento que es un mensaje que debemos escuchar y darle su valor, pero sin olvidar, porque todavía hay dolor entre las personas que perdieron a sus seres queridos, en tanto lo responsabilizan a él con tales hechos, acotó.

Pero la culpa de los gobiernos militares no la tienen solo ellos, sino también los malos políticos y ciudadanos, que por cobardía o interés no hacen lo necesario para evitar esto, expresó el abogado Rogelio Cruz, quien fuera el primer procurador general de la República tras la invasión estadounidense en 1989.

De importante calificó este paso, pero consideró que debe dar otros porque hay familias que necesitan saber quiénes son los responsables de la desaparición y muerte de sus familiares.

El exgeneral retirado Roberto Herrera, quien estuvo bajo las órdenes de Noriega, reconoció que el hombre del machete en mano hoy está sombrío y pide perdón en medio del robo de cifras millonarias, que también resultan crímenes patrimoniales, sin un castigo todavía.

Recordó que la condena impuesta por el gobierno de Estados Unidos fue contra todas las convenciones, porque a él se lo llevaron a la fuerza.

Mientras que desde su celda en la cárcel El Renacer, donde está recluido desde 2011, Noriega cerró una etapa de la historia del país, muchos panameños víctimas de la persecución y la muerte no aceptan el perdón y desean conocer toda la verdad.

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