La empresa YPFB Andina, participada por el Estado boliviano y la petrolera española Repsol, encontró en el este de Bolivia una reserva de petróleo equivalente a 28 millones de barriles, el primer hallazgo de crudo que se realiza en el país andino en casi un cuarto de siglo.
El descubrimiento, anunciado este martes en la región oriental de Santa Cruz por el presidente boliviano, Evo Morales, equivale a 28 millones de barriles de petróleo y permitirá triplicar las reservas de hidrocarburos líquidos de Bolivia.
Morales, quien nacionalizó el sector de los hidrocarburos nada más llegar al poder en 2006, destacó que el descubrimiento generará para su país ingresos por valor de más de 1.700 millones de dólares.
El hallazgo tuvo lugar tras la perforación del pozo BQN N-X4D, situado en el campo Boquerón Norte, en el municipio de Yapacaní del departamento oriental de Santa Cruz.
Las operaciones en este campo están a cargo de YPFB Andina, empresa participada por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en un 51% y por la española Repsol en un 48,3%.
Según datos difundidos este jueves por YPFB, la operación en ese pozo comenzó en el 2014, ha alcanzado una profundidad de 2.500 metros y ha requerido una inversión de seis millones de dólares.
El yacimiento contiene petróleo de 40 a 42 grados API (American Petroleum Institute), que de acuerdo a los análisis de destilación permitirá producir un 50% de diesel.
Tras el hallazgo, YPFB ha anunciado la ejecución de inversiones por valor de 220 millones de dólares que incluyen la perforación de 24 nuevos pozos para comenzar a explotar este yacimiento a principios del 2017.
El rendimiento de esta bolsa de hidrocarburos una vez que entre en funcionamiento se estima en 6.500 barriles por día.
En la presentación del hallazgo, además del mandatario boliviano, participaron el presidente de YPFB, Guillermo Achá, y el de Repsol Bolivia, el argentino Jorge Milathianakis.
«Bolivia tiene que estar de fiesta porque después de 23 años de está teniendo un nuevo descubrimiento de petróleo. Es una producción que se va a tener para los próximos diez años», manifestó Achá.
El Gobierno boliviano se ha planteado una intensa política de exploración de nuevos yacimientos para ampliar sus reservas hidrocarburíferas, que al actual ritmo de consumo alcanzarían hasta 2023, aunque según expertos del sector habrá déficit ya desde 2017.
Según una certificación difundida en 2014, las reservas probadas de gas de Bolivia rondan los 10,45 billones de pies cúbicos, mientras que las de petróleo, según una auditoría del 2013, eran de 16 millones de barriles.
La acuciante necesidad de encontrar nuevos yacimientos se puso de manifiesto en mayo pasado, cuando el Ejecutivo aprobó un decreto que abre las puertas a la exploración petrolera en áreas protegidas.
Esta medida ha provocado un fuerte rechazo por parte de los indígenas de la Amazonía, el este y el Chaco boliviano, que ya han anunciado que se resistirán a cualquier intento de realizar actividades hidrocarburíferas en los parques naturales.
También la Defensoría del Pueblo se ha opuesto al decreto y ha avanzado que lo recurrirá al considerarlo inconstitucional.
Por el momento, según anunció el Gobierno esta semana, está previsto iniciar actividades de exploración en ocho de los veintidós parques naturales del país.
Durante la presentación este jueves del hallazgo petrolífero, Evo Morales amenazó con expulsar del país a las organizaciones no gubernamentales y fundaciones privadas que «perjudiquen» la exploración de hidrocarburos en zonas protegidas.
Morales aseguró que «las reservas forestales han sido creadas desde el imperio norteamericano» y criticó que ahora se conviertan en territorios «intocables, intangibles», a la vez que acusó a los países del norte de destrozar el medio ambiente y pretender ahora que las naciones del sur sean sus «guardabosques».
La venta de productos energéticos a los mercados de Brasil y Argentina es, en este momento, el pilar de la economía boliviana.
