El expresidente Hipólito Mejía condicionó un acuerdo con Miguel Vargas Maldonado a la celebración de una convención abierta, transparente, con el padrón general del partido, en la cual participen todos los miembros del partido en la elección de los distintos cargos de dirección y representación de la organización.
Reiteró que una conversación con Miguel Vargas parece que es con las paredes, y con las paredes no se puede negociar y que Miguel es una pared.
Además, Mejía dijo que le dejó muy claro a la prensa , a Vargas y su equipo de asesores y de apoyo, que él ni ninguno de los miembros de su familia han estado, ni están ni estarán como puntos de negociaciones políticas ni para solución de la crisis del PRD, ni del país.
“Mis familiares no son relajos de la prensa, ni de la politiquería”, dijo al rechazar que su hija, Carolina Mejía no está ni estará en juego, como objeto de tratos para arreglos políticos.
De acuerdo con una nota de prensa, reafirmó que la Convergencia es el instrumento democrático más idóneo y practico que tiene el país para sacar del poder a la Corporación político empresarial peledeísta, la cual está acabando con el país, sembrando un sombrío futuro de la gente.
Dijo que por la vía por donde nos llevan los peledeístas, el país llegará a un abismo, muy difícil de salvar, las futuras generaciones tendrán muy menguadas sus expectativas de mejor vida, la juventud tendrá mayores dificultades para la desarrollar sus planes de desarrollarse profesionalmente, conformar familias, disfrutar del bienestar por el cual aspira trabajar y estudiar.
“El futuro del país va de mal en peor con la administración peledeísta, esa gran deuda nos compromete como Estado a dedicar más de la mitad de los recursos que producimos para pagarla, sin que se pueda cuantificar de manera positiva su inversión”, expresó.
Mejía se expresó en esos términos mientras dejaba juramentada la dirección de la Corriente Mayoritaria en le provincia Valverde, donde participaron los principales dirigentes del PRD Nacional y de esta provincia.
