Barcelona (España), 14 oct (EFE).- Expertos europeos y latinoamericanos debaten y analizan el liderazgo de economías emergentes de América Latina, como México, Brasil o Colombia en un mundo globalizado, así como la persistencia de las desigualdades sociales.
Las asignaturas pendientes, como la lucha contra la desigualdad o la formación de capital humano son temas protagonistas en este seminario, que, bajo el título «Liderazgos regionales emergentes en América Latina: consecuencias para las relaciones con la UE», está organizado por el Centro para asuntos internacionales de Barcelona (CIDOB), en el noreste de España.
La mayoría de los participantes coincidieron en destacar que, si bien han mejorado los indicadores sociales en las economías emergentes, el crecimiento económico y de las exportaciones no ha conllevado una reducción sustancial de las desigualdades, sobre todo, en México, lo que hace que América Latina siga siendo una de las regiones del mundo con mayores desigualdades sociales.
Los analistas consideran que la tímida lucha contra este problema en México se debe a que las autoridades del país no han acometido todavía una reforma fiscal que permita una mejor redistribución de la riqueza.
La economista mexicana Valeria Moy, miembro del Instituto Tecnológico Autónomo de México, reconoció durante su ponencia que si bien algunos indicadores macroeconómicos registran datos positivos como un déficit fiscal cero o un índice de inflación bajo, el 50 % de la población vive todavía en el umbral de la pobreza.
Moy recordó que en México se han llevado a cabo reformas estructurales importantes en el último año, como la educativa o la energética, pero que sigue pendiente la fiscal, algo que también ha destacado Anna Ayuso, Doctora en Derecho Internacional Público y Máster en Estudios Europeos por la UAB.
Ante el auge de estas economías emergentes, los ponentes también plantearon algunos interrogantes como cuál debe ser el papel del Estado en el desarrollo económico de estos países, los modelos de gobierno «doméstico» o los procesos de integración «regional o global» al que aspiran.
Por ello, y en un plano más político, los participantes en el seminario pusieron en valor la consolidación de los procesos democráticos en América Latina, pero lamentaron los altos índices de criminalidad y de violencia en esta región del mundo.
Los analistas también destacaron la importancia de la educación para la formación de capital humano.
