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Director CONAVIHSIDA: “Al País le cuesta más el embarazo en adolescentes, que implementar un plan de prevención”

Víctor Terrero

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Programa: Educación en ITS, VIH y SIDA basada en Habilidades para la Vida, es una de las acciones que está realizando el CONAVIHSIDA, en más de 1,200 escuelas, para llegar a más de 500 mil estudiantes en coordinación con el Ministerio de Educación. Sin embargo, para su director ejecutivo, Víctor Terrero, hace falta más voluntad, para reducir los embarazos en adolescentes, el VIH y las infecciones de transmisión sexual en esta parte de la población.

CA: ¿Cuáles son las estadísticas que se tienen de adolescentes embarazadas infectadas con el VIH?

VT: De cada 100 adolecentes embarazadas una es VIH positivo y en el programa se atienden actualmente a más de 600 adolescentes. No existe un análisis que establezca la relación costo beneficio de la implementación de programas de prevención de embarazo en adolescentes en República Dominicana, aunque tenemos datos que señalan que el costo para el país de embarazo en adolescentes, según el UNFPA es de 17,500 millones de pesos en la cohorte de cinco años, en tanto que el costo de la implementación de la estrategia representa tan solo 389 millones. De estos, el 21 por ciento del presupuesto está destinado a actividades directas de prevención y el 46 por ciento está destinado a contigencias vinculadas al embarazo, es decir por cada peso invertido en prevención se invierten más de 2 en contigencias del embarazo.

CA: En el marco del Plan de Prevención de Embarazo en Adolescentes, ¿de qué manera está trabajando el CONAVIHSIDA con esta problemática?

VT: Desde el CONAVIHSIDA se impulsan políticas públicas e intervenciones que se vinculan de manera directa con los procesos de prevención de embarazos en la adolescencia. Tales como la coordinación de mesas técnicas para la elaboración de políticas de prevención de niños, niñas y adolescentes.

Otra acción ha sido financiar, desde el 2009 el programa de Actitudes para la Vida que implementa el Ministerio de Educación y que ha alcanzado a más de 1,200 escuelas; y el Programa de Prevención en ITS, VIH y SIDA que implementa el Ministerio de la Juventud, que ha alcanzado a más de 125 mil jóvenes en actividades de prevención.

También hemos coordinado junto al Ministerio de la Mujer la transversalización del género en los programas de VIH y SIDA. Y por útimo, pero no menos importante, participamos y financiamos la estrategia nacional de elimininación de la sífilis congénita y la transmisión materno infantil del VIH.

CA: Además del acceso a métodos anticonceptivos, ¿qué hace falta para reducir el embarazo en adolescentes y las infecciones de transmisión sexual?

VT: Hace falta que el MINERD destine fondos para fortalecer y ejecutar el Programa de Educación

Afectivo Sexual, o incluya la educación sexual integral como una asignatura en el currículo escolar. Pero una educación sexual, científica y oportuna que promueva la salud sexual y la salud reproductiva, y la sexualidad responsable que permita disfrutar de este derecho de manera informada y preventiva. Para los jóvenes no escolarizados, deben ser incluidos programas especiales, incluyendo acciones en sus espacios de vida cotidiana.

“Nuestra niñez está aprendiendo de manera informal sobre la sexualidad, sin ningún tipo de orientación cuando tenemos profesores y profesoras, tenemos los textos y un Programa de Educación Afectivo Sexual que debiera llegar a todas las escuelas”.

Autor: Carolina Acuña/ Boletín Empóderate de Profamilia

 

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